Matías, de 14 años de edad está pasando las vacaciones de verano. A mediados de verano, de repente descubre una verruga de 5 mm en el dedo corazón de la mano izquierda.
El quería saber la razón de la aparición de la verruga. Llegó a la conclusión de inmediato de que debía de tener algo que ver con las vacaciones puesto que la verruga apareció en ese espacio de tiempo. Sabiendo por otro lado, que al aparecer el síntoma en la mano, su conflicto emocional estaría relacionado con algo que había manipulado pensó tratando de averiguar qué sería exactamente aquello que había llevado entre manos. La cortadora de césped de inmediato vino a su mente. No le gustaba cortar el césped. De hecho, estaba molesto porque tuvo que cortar el césped durante dos horas cada semana durante sus vacaciones.
niño verrugas bio
A él le hubiera gustado mucho haber utilizado ese tiempo haciendo deporte, saliendo con amigos… pero tenía que cumplir con las obligaciones que sus padres le habían marcado. Él pensaba en no hacerlo, sentía que no quería hacerlo pero no podía desobedecer a sus padres y estuvo cortando el césped durante las vacaciones.
La verruga picaba muchísimo y a menudo, se rascaba hasta que sangraba pero no había desaparecido durante el verano.
En su primer día de clases su mente tenía claro que el trabajo de verano ya había terminado, y comenzó a ocuparse de las cosas del cole. Esa noche, la verruga picaba terriblemente y cuando se rascó ¡de repente se cayó!!
Al día siguiente, el no podía casi ni detectar dónde había tenido la verruga.
LA LÓGICA BIOLÓGICA DEL SÍNTOMA NOS DICE QUE LAS VERRUGAS SE DESARROLLAN POR UN CONFLICTO EMOCIONAL DE SEPARACIÓN QUE IMPLICA LA PIEL EXTERNA (EPIDERMIS). EL CONFLICTO PUEDE SER DESENCADENADO POR LA ANGUSTIA DE PERDER O HABER PERDIDO EL CONTACTO FÍSICO Y/O POR NO QUERER TENER CONTACTO FÍSICO CON ALGUIEN O ALGO.
¿Qué podía haber hecho Matías? La solución no es, como alguno puede pensar, que no tenía que haber cortado el césped, pues el cree y siente que tiene que obedecer a sus padres para vivir en armonía familiar. Una solución que podía haber aplicado Matías era haber hablado con sus padres sobre cómo repartir el tiempo dedicado a las tareas de la casa.
El síntoma, en este caso las verrugas, han venido para hacerle entender a Matías que tiene que poner coherencia en los actos que desarrolla en su vida. Pensar – sentir – hacer – en la misma dirección. Y eso no se consigue oponiéndose ni haciendo las cosas bajo fuertes sentimientos de rabia e injusticia, si no, liberando sus pensamientos y sentimientos para ponerlos en orden y encontrar el equilibro entre pensamientos – sentimientos y acciones.
Y tú, ¿tienes o has tenido verrugas? ¿Hay coincidencias entre tu historia y la de Matías?
* Una verruga es una excrecencia, un pequeño tumor benigno en la piel.
Toda excrecencia es un tejido no necesario en el cuerpo. Le indica a la persona que está rumiando una pena desde hace mucho. Se impide vivir el momento presente por estar demasiado imbuida en el pasado. Además, debido a que un gran número de excrecencias corporales no son estéticas, ello indica que la persona tiene dificultad para ver su propia belleza. Para saber en qué área se presenta el problema, verifica para qué sirve la parte afectada.
Tu cuerpo te dice que es hora de que aprecies tu belleza. Debes decidirte a crecer en tu vida según tus necesidades, en lugar de seguir rumiando el pasado. Deja de creer que si haces lo que quieres no eres una buena persona. Dale vuelta a la página, decide perdonarte a ti y a los demás, y lánzate hacia lo que quieres.
Las verrugas son una infección viral de la piel que causa un exceso en la producción de células, creando una masa dura e indolora (tumor benigno). Esta masa es el cúmulo de barreras que erijo en mi camino. Barreras de penas, rencores, vinculados a ciertas facetas mías que me parecen feos y detestables, provocando un sentimiento de culpabilidad. Si por ejemplo, tengo verrugas en el dorso de mis manos, me juzgo muy severamente con relación a mi letra y a la de los demás. La aparición de verrugas colma un vacío afectivo. Considero que no merezco nada mejor que esta cosa fea. Si pienso que soy feo, mi cuerpo se volverá feo, simplemente es el reflejo de mis actitudes interiores. Si tengo vergüenza de lo que hago, o bien si deseo algo pero creo que no me lo merezco, es posible que aparezcan verrugas. Es importante ir a ver en cuál parte del cuerpo ha nacido la verruga, para conocer el aspecto de mi cuerpo o de mi vida que está afectado. Aceptando lo que soy, un ser digno de amor, ya no necesitaré verrugas para recordármelo, y desaparecerán.
Una verruga en la planta de los pies se manifiesta habitualmente por la aparición de una pequeña partícula transparente debajo del pie, alrededor de la cual se forma una callosidad, provocando dolor cuando está bajo presión. Una verruga en el pie me indica que vivo temores frente a mi porvenir y frente a mis responsabilidades. El dolor que provoca puede hacerme comprender que siento ira en mi modo de concebir la vida. Es probable que me deje fácilmente parar por las pequeñas dificultades que se colocan delante de mí. Puede también que viva una desvalorización con relación a mis capacidades o habilidades físicas en los deportes. Puedo ser muy buen deportista por encima de la media y vivir desvalorización porque me obligo a siempre ser el mejor o a siempre estar tan excelente en cualquier circunstancia. Puede tener la sensación de que “mis pies no hacen tan bien como los pies ajenos”. También tengo la sensación de “jugar al hockey con los pies”, lo cual significa que me comparo a los demás y que me siento muy inferior con relación a su capacidad física. Mi cuerpo me dice que es inútil hacerme tanto daño y que puedo adelantar en la vida con total confianza. Debo aceptar tanto mis fuerzas como mis debilidades y perseverando, podré tener éxito yo también.
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