sábado, 30 de abril de 2016

EMOCIONES Y LAS LINEAS DE LA CARA

Emociónate con cabeza


   Parecemos complicados, pero no lo somos tanto. Lo que sí somos es diferentes. Para descubrir esas diferencias el conocimiento más sabio y útil es conocerse a sí mismo. Si no tienes en cuenta esta premisa, puede que seas uno más. O quizá uno menos. Tu individualidad está en juego. Tu ser o no ser particular.
    Aunque cada persona es un mundo de sutilezas y matices, tenemos patrones comunes. Fundamentalmente son tres centros, asociados a tres tipos de inteligencia: un cuerpo, una mente y unas emociones. El cuerpo nos proporciona acción, la mente pensamientos y las emociones, sentimientos. Los tres son parte de nuestro yo interior y exterior. Lo ideal es que estén en equilibrio, porque están intrínsecamente conectados y relacionados. Y la virtud está en el término medio. El cuerpo es el centro instintivo. Es la inteligencia visceral, nuestra energía, el motor que nos hace movernos y la que nos informa de lo que necesitamos. La mente es el centro del pensar, la inteligencia intelectual. Es la que nos orienta para encontrar un propósito y significado a la vida. Es la que evalúa y nos hace tomar decisiones. Las emociones son el centro del sentir, lainteligencia emocional. Maneja las habilidades necesarias para relacionarnos con los demás, para expresar nuestras emociones de la manera más adecuada, tanto a nivel personal como social.
    El desencadenante de nuestro comportamiento siempre es una sensación. Una impresión, un estímulo que nos llega desde el exterior o desde nuestro 
interior. Las podemos percibir de manera consciente o inconsciente, dependiendo de su intensidad y de nuestro estado de alerta.
    Independientemente, provocará en nosotros una reacción. Es cuando aparece la emoción. Es una respuesta psicofisiológica que puede provenir de cualquiera de los tres centros. Las emociones suelen ser breves pero intensas. Como resultado de la emoción que algo o alguien te hace experimentar, se genera un sentimiento. Es un estado de ánimo afectivo menos intenso que la emoción, pero más duradero. Se produce cuando a la emoción se le une el pensamiento interiorizado y sentido con el corazón. Los sentimientos pueden ser positivos (amor, felicidad, amistad, solidaridad, comprensión...) o negativos (odio, inseguridad, envidia, culpa, vergüenza...). De ti depende cuáles quieras alimentar, ocultar o inhibir.Si te ocupas de los negativos, tu camino será de resentimiento y frustración.Si te centras en los positivos, los que te rodean te lo agradecerán. Y el desarrollo personal también será de agradecimiento, que es la base de la felicidad. Lo fundamental por tanto es darse uno cuenta de cómo una sensación (interior o exterior) provoca en nosotros una emoción determinada. Y viceversa. No estamos solos.  De cara a los demás también generamos impresiones que les generan determinadas emociones, que si se repiten en el tiempo les producirán unos sentimientos hacia nosotros. Lo revelador es que gracias a Paul Ekman sabemos que las emociones son innatas, universales y, en la mayoría de la ocasiones, involuntarias. Y que pueden ser detectadas como expresiones faciales. Las emociones básicas son siete:
-Alegría.- "Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien, que se sienten ganas de darle las gracias" (Montherlant). En la cara se muestra con una sonrisa sincera. Se contraen el músculo cigomático (que va del pómulo al labio superior) y el orbicular, que rodea el ojo. Las mejillas se elevan y surgen patas de gallo. Los dientes pueden verse o no. 
Alegría

-Ira.- "Cualquiera puede enfadarse, es muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo" (Aristóteles). Mirada fija, ojos feroces, cejas juntas y hacia abajo con tendencia a apretar los labios y los dientes. 


Ira



-Desprecio.- O desdén. "El orgullo que se alimenta de vanidad acaba en el desprecio" (Benjamín Franklin). La comisura del labio de un lado de la cara está más tensa y algo elevada.
Desprecio
-Disgusto.- También es asco. "Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te evitarás disgustos" (Confucio). Hay una ligera contracción del músculo que frunce la nariz y estrecha los ojos. La nariz se arruga a la vez que se eleva el labio superior. 

Disgusto

-Miedo.- "Los tímidos tienen miedo antes del conflicto; los cobardes, durante el mismo; los valientes, después" (Jean Paul). Los párpados superiores se elevan y los inferiores se tensan. Las cejas levantadas se acercan, y los labios se acercan hacia atrás, en dirección a las orejas. 

Miedo

-Sorpresa.- "Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender" (Ortega y Gasset). De las siete, es la emoción más breve. Se elevan los párpados superiores pero los inferiores no están tensos. La mandíbula suele caer. 
Sorpresa
-Tristeza.- "Aunque esté siempre justificada, muchas veces es sólo pereza. Nada necesita menos esfuerzo que estar triste" (Séneca). Los párpados superiores caen y las cejas se angulan hacia arriba. El entrecejo se arruga y los labios se estiran horizontalmente cayendo ligeramente. La mirada carece de enfoque.
Tristeza
    La duración de cada expresión depende de la intensidad de la emoción que la origine. La intensidad dependerá de nuestra sabiduría emocional, porque somos nosotros los que elegimos cómo nos sentimos. Tú controlas las riendas de tus emociones, no culpes a nadie de tu estado de ánimo. Tampoco las reprimas o las ignores. Tan solo reconoce tus propias emociones, concéntrate en el momento mismo en que se producen, piensa en tu reacción y adáptate a cada situación con templanza, para que no tengas que arrepentirte de un comportamiento producto de un momento de descontrol.

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